Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016

Nueva reconquista de Graná

Ha nevado en Cracovia y el mismo invierno aquí cubre de viento y dorado las escamas más altas de los tejados de Graná. Albaicín de cipreses y flores, de cuestas rubias y ráfagas de luz bajo las lluvias de primavera. Frente a la Torre de la Vela comienzo mi reconquista, la del sol y la nieve, bendecida por los astros, encomendada a los planetas. Ahora sí, conozco de mis límites sus emplazamientos. Podré iniciar la ofensiva, presentar batalla y conquistar un mundo lleno de hogueras y luna, rebosante de luz y fuego, artificios de mi juventud. De todas las batallas contra uno mismo es la única verdadera. cuando frente a las huestes del pasado, henchido de valor y revestido de presente, uno enarbola la bandera del futuro. Frente a la Torre de la Vela, la sangre fluye caudal sereno, los nervios ondean al viento y a lo lejos se distingue el fuego de una hoguera. Las sombras que bailan en ella lloran gritando por mi compañía. Yo voy, no como hombre, ni muje...
Los fantasmas de la infancia se vuelven transparentes con los años, hasta casi desaparecer. O eso pensamos. En realidad se han ido deformando, poco a poco, renunciando a su consistencia, abrazando la incorporeidad. Extienden sus extremos y ensanchan sus fauces. Nos abrazan, nos envuelven con su translúcido cuerpo, tan invisible ya que no comprendemos cómo nuestros ojos observan tras ellos todo lo que nos ocurre en la vida, cómo tras sus manos se esconden aquellas nuestras con las que elegimos, cómo sobre nuestras emociones siempre hay una capa, fina, apenas perceptible y casi ya olvidada, que nos envuelve y que arrastramos, a veces liviana, otras convertidas en una carga insoportable. A veces uno siente la necesidad de posar sus ojos sobre letras que formen un salmo tranquilizador, una guirnalda tipográfica que pacifique nuestros sentimientos, acune nuestros sentidos, duerma nuestra alma. Asi que uno abre la Biblia hispana –no soy yo la primera que lo ha dicho- y busca en Oliveira...